Juan B. Ambrosetti

Lugar y fecha de nacimiento: Gualeguay, Entre Ríos, Argentina 22/08/1865

Lugar y fecha de defunción: Buenos Aires, Argentina 28/05/1917

Disciplina de incorporación: Antropología

Campo de la Ciencia – especialidad: Etnólogo, arqueólogo, folklorista

Naturalista por vocación, emprende a los veinte años su primer viaje al Chaco en una caravana de expertos, y desde entonces se dedica a explorar el suelo argentino, las culturas, costumbres y creencias de los antepasados indígenas precolombianos y pudo así reconstruir el pretérito de razas que no se habían señalado en la historia más que por la bravura con que supieron defender su independencia contra conquistadores extraños. Su posición económica desahogada le permitió consagrarse a sus aficiones de investigador.

Misiones le deslum­bró, como había deslumbrado a Bonpland; sus Viajes completos a Misiones (1890-1894) testimonian sus dotes de observador y su pasión.

Se le designa en 1886 director de la sección zoológica del museo provincial de Paraná; muchos años después, en 1905, se le llama a la dirección del Museo etnográfico de la facultad de filosofía y 1etras de Buenos Aires, donde dictó la cátedra de arqueología americana. El Museo había sido fundado en 1904 por el decano Norberto Piñero sobre la base de una donación hecha por el Dr. Indalecio Gómez. Cuidó esmeradamente del enriquecimiento del Museo y al fin le entregó sus propios hallazgos, llevando así a 25.000 piezas el tesoro recogido allí.

Recorrió el país desde el Altiplano a la Patagonia y desde el Alto Paraná a la Cordillera de los Andes; sus libros interesan al psicólogo, al sociólogo, a los estudiosos del folklore, a los hombres de gobierno. Alberto Palcos escribió sobre la obra del sabio («La Prensa», 17 de mayo, 1942); «Mucho le debe  a Ambrosetti, la exhumación y esclarecimiento de la cultura Calchaquí. Sus trabajos al respecto logran vasta resonancia en Europa y en los Estados Unidos y son justamente celebrados. En los valles Calchaquíes va de descubrimiento en descubrimiento; lo mismo halla, pongamos por caso, tumbas aisladas que cementerios íntegros. Tiene la dicha de dar con toda una ciudad prehistórica, la de La Paya, situada en la actual provincia de Salta. La describe con el lujo de detalles y la afiligranada minucia del especialista, y esta sola tarea le consume un libro de regular formato. El arqueólogo, es sabido, necesita la severa disciplina del hombre de ciencia, las aptitudes interpretativas del filósofo y dones de sensibilidad e imaginación vecinos a los del artista. No le esta permitido por esto alejarse demasiado de la realidad sometida al examen de su pupila avizora. Por fuerza se aguza en él el sentido crítico, cuyo concurso le precave de caer en deplorables excesos, y el talento exegético y constructivo en cuyas alas se eleva, desde la vista de restos de aldeas fenecidas, a la reconstrucción de los múltiples aspectos de la vida colectiva. El arqueólogo es un recreador; por ende, llena un cometido de entraña poética. Al analizar la arqueología Calchaquí, el pensamiento de Ambrosetti vuela atrevidamente sobre una inmensa zona, pues dilata en forma extraordinaria, según se asegura, los confines de esa comarca cultural. Propugna el sabio la tesis de que los Calchaquíes representan una civilización enaltecida por rasgos propios, y no una mera dependencia de la incásica. Su génesis se confunde con la de los pueblos de Norte América; denuncia un tipo uniforme de vida que, en tiempos remotos, abarcaba toda la extensión montañosa de ambas Américas. Esta teoría ha sido muy discutida y cuenta con avisados impugnadores, pero no dejan de impresionar los lineamientos gradiosamente osados y sencillos que la configuran. Ambrosetti se complace en sorprender infinidad de hábitos curiosos en aquellos aborígenes. En medio de sus toscos quehaceres disfrutaban de algunos asombrosos refinamientos, como el de fumar en pipas no exentas de elegancias artísticas».

La mayoría de sus trabajos, unos sesenta títulos, apareció en el Boletín del Instituto Geográfico argentino, en los Anales de la Sociedad Científica Argentina, en los Anales del Museo Nacional de Buenos Aires, en la Revista del Museo de La Plata, en el Boletín de la Academia de Ciencias de Córdoba, en la Revista de derecho, historia y letras. Un libro póstumo, Supersticiones y leyendas (1917), lleva un prólogo que vincula los trabajos y exploraciones de Ambrosetti con su vida, escrito por Salvador Debenedetti.

Aparte de los trabajos citados, escribió: Notas de arqueología Calchaquí (1899), Por Córdoba y Salta (1900), Una colección de alfarerías minua­nes (1893), Materiales para el estudio del folklore misionero, Apuntes para un folklore argentino (1893, sobre el gaucho), Apuntes sobre los indios chunupies (1894, sobre los indios chaquenses), Los praderos precolombianos de Goya (1894), Los indios cainguá del Alto Paraná (1895), los indios cainguá de San Pedro (1895), Las grutas pintadas (1895), El símbolo de la serpiente ( 1896), Los monumentos megalíticos (1896, donde se describen los menhires de Tafí), Los bronces en la región calchaquí (1904), etc.

Su obra fué continuada por su discípulo Salvador Debenedetti, que prosiguió excavaciones como la del pucará de Tilcara, y a su muerte le sucedió Francisco de Aparicio en el Museo y en la búsqueda.

Extraído de: Fide Gran Enciclopedia Argentina. Ed. Ediar, 1957.

One Reply to “Juan B. Ambrosetti”

  1. Excelente lo que hizo Ambrosetti con tan poco años de vida hace poco anduve por los Quilmes y ahí te da cuenta de sus obras

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *